Los dos ejercicios 10 y 11 están conectados porque tratan del mismo argumento: las partes de cuerpo el primero y lo cinco sentidos (que corresponden a esas partes) el segundo.
Se le proporciona al alumno una parte del cuento de caperucita roja con una imagen en color y una serie de frases seguidas de un espacio donde está bastante claro que el argumento que se está tratando tiene un LÉXICO ESPECÍFICO.
Se le pide al alumno que rellene los huecos, con las palabras que faltan. Para ello el alumno debe haber estudiado las partes del cuerpo y lo cinco sentidos en español. En ello no está especificado cómo se debe realizar la actividad, individualmente o en grupo, escrita o oral, aunque parece que se trata de un ejercicio individual y de forma escrita.
El ámbito temático de las frases tiene sin duda, un contexto porque se habla de un cuento de niños que todo el mundo conoce. Además hay un modelo escrito con las informaciones necesarias para hacer el ejercicio (el 11 en particular) y es cierto que prestando atención a los verbos ver, oír, oler, acariciar y comer se podrían deducir facilmente las palabras que faltan. Pero, por otro lado, considerando el ejercicio como nos presenta, la imagen y la accesibilidad, se puede deducir que no se trata de un nivel avanzado de la lengua donde se puede hablar de fácil intuición.
La lengua aquí aparece como una herramienta que es fundamental para el objetivo de ambos ejercicios: hacer memorizar al alumno palabras nuevas para que enriquezcan su vocabulario. La corrección lingüística es necesaria en este caso porque es la base para una buena comunicación.
El enfoque que subyace es un enfoque léxico. El ejercicio es de un nivel bastante básico, no tiene grandes dificultades, y solo hay que estudiar el modelo, es decir memorizar como se dicen en español esas palabras para aplicarlas en un texto que atrae a los chicos que tienen once o doce años porque es un cuento conocido y sobre todo que no necesita mucho tiempo para hacerlo, que es un hecho muy importante para los alumnos!
Para mi ambos ejercicios son útiles, o sea tomar un cuento de niños para facilitar la memorización de unas palabras es una buena idea, y preguntar (como en el caso del otro) cómo se llaman los sentidos con el objetivo de poderlos conectar a las partes del cuerpo en cuestión, tampoco es una mala idea.
Es cierto que esos ejercicios no son muy adecuados para alumnos adultos, creo que son más apropiados para niños por su brevedad, sencillez y su estructura.
En este ejercicio se le proporciona al alumno una serie de imágenes en color y un ejemplo que le explica cómo hacer el ejercicio.
Se le pide que mire con atención las imágenes para crear un mini-diálogo oral o escrito pero, como no hay espacio para escribirlo en el libro y no lo tiene especificado será de forma oral con un compañero a partir de una estructura simple.
La lengua aquí aparece como una herramienta con un modelo arriba que no es suficiente para crear todos los diálogos necesarios. El enfoque es sin duda comunicativo. De hecho el alumno, o mejor, los alumnos en parejas deberán utilizar las herramientas que han adquirido hasta entonces y tomar ideas del modelo comuncativo donde hay unas frases útiles para proponer una actividad y que se supone hayan estudiado. En realidad la tarea no se puede solo basar en el modelo comunicativo porque los alumnos deberían poseer herramientas y conocimientos lexicales y gramaticales para saber dominar la situación de comunicación. El modelo es como un input que el libro le da, pero desde allí empieza el trabajo del estudiante.
En realidad, tampoco hay una corrispondencia entre todas las imágenes y las frases escritas arriba, pero el alumno puede entender facilmente el contexto porque las imágenes lo ayudan. Si tomamos en consideración las propuestas de frases para crear diálogos, el alumno no tiene todas las herramientas necesarias para hacer el ejercicio. A lo mejor esto quiere decir que el alumno tendría que conocer todas las palabras y las expresiones que caracterizan las imágenes. De hecho lo que tiene es simplememente unos ejemplos de propuestas de actividades que él debe conocer para poder comunicar de manera muy básica. Ademas hay una fórmula que se usa en español cuando alguien se quiere justificar por algo, cuando quiere rechazar una invitación que lo ayudará en la respuesta.
Para mi, para que el ejercicio sirva verdaderamente al estudiante, él debería crear un diálogo más completo y no simplemente repetir de manera mecánica las cosas que ya están escritas o ver la imágenes y decir solo lo que vee. Es decir el profesor, (según mi opinión) debería pedir más a su alumno para averigurar si puede tener una conversación que no se pare a una pregunta y una respuesta.
Por ejemplo en la primera imagen, el alumno podría haber contestado:
-No, no puedo. Lo siento. Es que mañana tengo un control de español y tengo que estudiar. Tú no lo tienes verdad? Ayer Carlos me dijo que vosotros ya lo habéis hecho. ¡Qué suerte!
De todas formas es un ejercicio que, si se “enriquece” un poco, ayuda mucho a los alumnos en la fase comunicativa del aprendizaje del español.
Fuente ejercicios: ¡Español que divertido! Deagostini Scuola
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