Si nos fijamos en el concepto de enseñanza hay, sin duda, muchas cosas que poner en rilieve: una en particular es su método. Enseñar una lengua extranjera no significa simplemente explicar las reglas gramaticales o proporcionar al alumno un listado de palabras y dejar que él aprenda solo de aquel material didáctico. Es algo mucho más complicado.
Vamos a analizar entonces los métodos de enseñanza más conocidos y más usados: el método DEDUCTIVO y el método INDUCTIVO.
El primero es el más tradicional, lo que podemos definir como el método que procede de lo general a lo particular, es decir él que de las reglas lingüísticas llega a los datos. El profesor explica un concepto, una regla, una estructura lingüística y a partir de esos conceptos y reglas se generan las deducciones. Por lo visto se trata de un método muy conocido y utilizado pero esto no significa que es lo que tiene más ventajas en absoluto.
Con el segundo, no propiamente tradicional, a partir de un ejemplo se llega a la hipótesis de una regla. Es decir, se presenta por medio de casos particulares para luego llegar al principio o más bien a la regla general que los rige.
Para explicar las diferencias entre los dos métodos he elegido dos tipos de ejercicios.
Ejercicio 1. Método deductivo
Ejercicio 2. Método inductivo 
En el ejercicio 1 se utiliza el método deductivo. Hay una regla gramatical que explica la diferencia entre SER y ESTAR, sus usos y unos ejemplos. La regla está bien explicada y el ejercicio de debajo pide al alumno que complete las frases con ser o estar. Se trata de un método mecánico, (aunque ser y estar siempre presentan no pocas dificultades y dudas), hay que hacer el ejercicio aplicando la regla gramatical que el profesor ha explicado.
En el ejercicio 2 se utiliza el método inductivo. Se cuenta un día normal de una chica, Marta, escrito en un mensaje con unos verbos subrayados que el alumno debe relacionar con las imágenes. En la otra página el ejercicio pide al alumno completar el esquema después de haber leído el texto y mirado las imágenes. Eso quiere decir que el alumno antes se enfrenta a una situación nueva, a un mensaje de texto, con unas imágenes que lo ayudan en el trabajo de relación, y luego intenta obtener la regla.
En este caso el alumno debe completar el esquema, antes tiene que escribir las partes del día en español, luego debe completar las desinencias de los verbos regulares e irregulares al presente de indicativo, y por fin los reflexivos. Es un trabajo sin duda intuitivo.
Se trata de un método de enseñanza muy válido porque estimula el alumno al razonamiento, no se trata de un aprendizaje “pasivo” donde el profesor explica cómo hacer los ejercicios, sino activo, es el alumno que intenta obtener la regla sin previa explicación.
¿CUÁL ELEGIR? ¿CUÁL ES EL MÉTODO MEJOR?
Según mi opinión ambos métodos pueden ser aplicados en contextos diferentes, depende de los profesores y de los alumnos. El profesor debe ser capaz de adaptar los distintos métodos en distintas situaciones.
No es tan fácil, por ejemplo, aplicar siempre el método inductivo en una clase de alumnos de 11 o 12 años, porque la mayoria de ellos están acostumbrados a estudiar la regla gramatical y aplicarla. Yo, por ejemplo, intento actuarlo con mis alumnos porque creo que este tipo de método es válido pero, sinceramente, no siempre lo consigo. Incluso muchos libros están hechos según el método deductivo: la regla arriba y los ejercicios debajo y muchas veces los chicos hacen los ejercicios sin ni haber estudiado las reglas, ayudándose con la asonancia entre los dos idiomas (español e italiano) y haciendo muchos errores.
En realidad, el método inductivo podría ser aún más apropiado cuando los conceptos, las reglas gramaticales ya están asimiladas por los alumnos, cuando ya tienen un nivel bastante avanzado de la lengua. En este caso es más fácil el razonamiento, cuando ya se conocen distintos temas, argumentos, y cuando se poseen ciertas habilidades.
Si los manuales que hoy en día tienen los chicos en la escuela fueron menos “deductivos”, a lo mejor este método se podría actuar, (de manera diferente obviamente, usando herramientas más adecuadas para su edad) también para los estudiantes de la ESO. Sería como un desafío para los alumnos y sobre todo para los profesores.
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