venerdì 22 maggio 2015

REFLEXIÓN FINAL





   El  Instituto Cervantes: siempre he soñado con tener la posibilidad de hacer una experiencia en ese lugar. No es simplemente un “instituto” donde se puede aprender el español, para mi ha sido algo más importante porque me he puesto en juego.
En el curso de Formación básica ELE, la mayoria de mis compañeros son españoles, cada uno tiene su historia, su motivo para estar en Italia y para ser profesor de Español, madrelengua y enseñar aquí. Yo vivo aquí, soy italiana pero me gustaría lograr la misma cosa: ser profesora de ELE. Este curso me ha ayudado mucho, he aprendido técnicas nuevas de enseñanza, herramientas fundamentales; los profesores han sido como guías para nosotros y me gustaría agradecerlos todos. 

Espero vivir muchas experiencias más en el Cervantes y ojalá, un día, colaborar con ellos. Sería una gran safisfacción para mi. 

Me gustaría concluir con un proverbio que es perfecto para esa experiencia. :)

" Con mis maestros he aprendido mucho; con mis colegas, más; con mis alumnos todavía más."

¡Hasta pronto!

Reflexión Práctica Docente

La parte final del curso, la práctica docente, ha sido para mi la más interesante de todo el curso porque he podido concretizar efectivamente los consejos, las herramientas, las informaciones que nos han dado los profesores durante meses. Mi grupo estaba formado por Valeria, Marina, Tania y yo, nuestra tutora ha sido Patricia. Al principio estábamos bastante nerviosas porque conocer un idioma es una cosa y enseñarlo es otra. Hay que considerar muchos factores, la edad de los alumnos, el nivel, la experiencia del profesor, hay que tener los objetivos claros desde el principio de la clase hasta el final, intentar ser simpáticos y relajar el ambiente sobre todo al principio.
Cuando ha llegado mi turno he introducido  el léxico de la familia y he pensado hacer un juego considerando la familia real española. Ha sido muy divertido y espero útil para los alumnos.
He pensado comenzar rompiendo el hielo dando algunas informaciones sobre el uso de los apellidos en España que es diferente del uso en Italia. Después  he propuesto una nube de palabras donde en un árbol estaban escritos los nombres más importantes que pertenecen al léxico de la familia. He continuado con el juego y para terminar les he dado unas hojas donde tenían escritos los posesivos.

Han hecho unos diálogos con las informaciones y el material que les he dado y tengo que decir que me gustó como reaccionaron y como colaboraron conmigo.
Ha sido una experiencia enriquecedora, porque enseñar español me encanta, y porque he tenido la oportunidad de hacerlo en el Instituto Cervantes que ha sido siempre un sueño para mi. Espero que los profesores hayan apreciado mis tareas, mi trabajo y que haya conseguido transmitir a los alumnos de la clase mi pasión.
Llevaré conmigo esa experiencia y la guardaré entre los recuerdos más bonitos de mi vida.

LA EVALUACIÓN EN LA CLASE DE ELE

Si tuviera que escribir una definición personal del término evaluación diría que es una etapa fundamental que forma parte de un proceso en el que se comprueba no solo el trabajo del alumno sino también el del profesor.
En mi opinión se trata, como he escrito arriba, de un proceso que incluye unas etapas para llegar a unos objetivos precisos, no solo lo que podría ser considerado como el objetivo principal, la calificación. Es importante evaluar para que los alumnos aprendan de sus propios errores, para que se den cuenta de lo que deberían mejorar y de lo que ya tienen entendido. Es importante incluso para el profesor que tiene  que analizar su método de enseñanza y evaluar a sí mismo.
En la sesión sobre ese tema hemos hablado de muchísimos elementos que la caracterizan y pienso que entre todas, algunas, tienen una importancia relevante.
La evaluación de hecho, debería ser objetiva, continua, motivadora, fiable e intencionada. Hay que ser transaparentes y objetivos a la hora de corregir y de evaluar a un alumno, sin dejarnos influir por factores externos; es importante evaluar siempre y no solo el día del examen para comprobar el nivel, las mejorías, los problemas que conllevan el aprendizaje de un idioma extranjero y hace falta hacerlo bajo distintas formas y usando herramientas diferentes.
Además tiene que ser motivadora, por eso los profesores deberíamos motivar al alumno, estimularlo a mejorar, escoger una estrategia para que crezca su interés. Fiable, en el sentido de que tendríamos que tener el número de muestras suficientes para el proceso del alumno, y no “juzgarlo” simplemente con un examen o un control sobre un argumento por ejemplo. Intencionada, porque es necesario saber qué estamos evaluando y cómo; es importante por ejemplo corregir solo los errores que  el alumno puede cometer en su nivel.

La evaluación incluye además los objetivos que nos fijamos al principio, una programación que se puede también modificar según las exigencias y que tiene ciertos contenidos, la metodología que suele ser diferente de profesor en profesor, el diseño curricular, el mismo sistema de evaluación y un preciso y claro contexto.

Después de esa clase,  me he dado cuenta de que la evaluación es muy complicada, mucho más de lo que pensaba.
Antes no consideraba muchos aspectos que son fundamentales o simplemente no pensaba podían ser tan importantes. Por ejemplo no es tan fácil corregir los errores teniendo en cuenta el nivel del alumno, o no dejarse influir por elementos y factores externos, ser siempre objetivos y motivar a los alumnos. Evaluar no es entonces simplemente calificar, poner una nota o un juicio, es algo más, donde los primeros que deberían ser evaluados son los profesores. Incluso para ellos la evaluación debería ser continua porque pienso que nunca dejamos de aprender.
La autoevaluación no es tan fácil para el profesor porque significa reconocer sus propios errores, evaluar su metodología que puede no ser adecuada a un cierto tipo de clase por ejemplo; autoevaluarse significa entonces dar un paso atrás porque si un profesor no sabe evaluar a sí mismo no puede hacerlo de una manera correcta con sus alumnos.