venerdì 22 maggio 2015

LA EVALUACIÓN EN LA CLASE DE ELE

Si tuviera que escribir una definición personal del término evaluación diría que es una etapa fundamental que forma parte de un proceso en el que se comprueba no solo el trabajo del alumno sino también el del profesor.
En mi opinión se trata, como he escrito arriba, de un proceso que incluye unas etapas para llegar a unos objetivos precisos, no solo lo que podría ser considerado como el objetivo principal, la calificación. Es importante evaluar para que los alumnos aprendan de sus propios errores, para que se den cuenta de lo que deberían mejorar y de lo que ya tienen entendido. Es importante incluso para el profesor que tiene  que analizar su método de enseñanza y evaluar a sí mismo.
En la sesión sobre ese tema hemos hablado de muchísimos elementos que la caracterizan y pienso que entre todas, algunas, tienen una importancia relevante.
La evaluación de hecho, debería ser objetiva, continua, motivadora, fiable e intencionada. Hay que ser transaparentes y objetivos a la hora de corregir y de evaluar a un alumno, sin dejarnos influir por factores externos; es importante evaluar siempre y no solo el día del examen para comprobar el nivel, las mejorías, los problemas que conllevan el aprendizaje de un idioma extranjero y hace falta hacerlo bajo distintas formas y usando herramientas diferentes.
Además tiene que ser motivadora, por eso los profesores deberíamos motivar al alumno, estimularlo a mejorar, escoger una estrategia para que crezca su interés. Fiable, en el sentido de que tendríamos que tener el número de muestras suficientes para el proceso del alumno, y no “juzgarlo” simplemente con un examen o un control sobre un argumento por ejemplo. Intencionada, porque es necesario saber qué estamos evaluando y cómo; es importante por ejemplo corregir solo los errores que  el alumno puede cometer en su nivel.

La evaluación incluye además los objetivos que nos fijamos al principio, una programación que se puede también modificar según las exigencias y que tiene ciertos contenidos, la metodología que suele ser diferente de profesor en profesor, el diseño curricular, el mismo sistema de evaluación y un preciso y claro contexto.

Después de esa clase,  me he dado cuenta de que la evaluación es muy complicada, mucho más de lo que pensaba.
Antes no consideraba muchos aspectos que son fundamentales o simplemente no pensaba podían ser tan importantes. Por ejemplo no es tan fácil corregir los errores teniendo en cuenta el nivel del alumno, o no dejarse influir por elementos y factores externos, ser siempre objetivos y motivar a los alumnos. Evaluar no es entonces simplemente calificar, poner una nota o un juicio, es algo más, donde los primeros que deberían ser evaluados son los profesores. Incluso para ellos la evaluación debería ser continua porque pienso que nunca dejamos de aprender.
La autoevaluación no es tan fácil para el profesor porque significa reconocer sus propios errores, evaluar su metodología que puede no ser adecuada a un cierto tipo de clase por ejemplo; autoevaluarse significa entonces dar un paso atrás porque si un profesor no sabe evaluar a sí mismo no puede hacerlo de una manera correcta con sus alumnos.

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